martes, octubre 31, 2006

magenta o ma' gente?

que insensible, me digo. mi exaltación me resulta comodamente repetitiva, casi estable, pero callate, que quede entre vos y yo.
ahí sentados, ellos. sé muy bien lo que dicen, no estoy segura de que me importe. una secuencia de uniformados me atraviesan pero no puedo verlos, irreconocibles.
irreconocible yo, me deshumanizo en un no-intento de salvaguardar la imaginación colectiva. o quizás me humanizo, subo a un colectivo e imagino risas, cotillón y un brebaje mágico que nos deje un poco boludos pero mas considerados.
que dificil el contacto. sospecho ya haber sentido esto. no me acuerdo. da igual si en seguida me vuelvo a olvidar. bienvenido quien sepa leer entre lineas y me invite a tomar la merienda y jugar. supongo que es lo único que a esta altura me parece real.
de nuevo los preconceptos o la añoranza de tiempos que nunca fueron ni van a ser. el olor a acrilico me despierta y aquello que pinte, sigue ahí. la copia. la confrontación insoportable con aquella que tengo que ser porque es de día y la gente civilizada ama la productividad. estar harta de dormir nada y especular con el clima o la primer canción de la mañana es lindo, pero anda a explicarselo a ellos. malditos amigos de las formas.
que dificil hilar pensamientos, palabras, conceptos que resultan absolutamente vacios para quien exige regularidad y se jacta de pensar al ritmo del reloj. yo por suerte lo tire a la basura y volví a dormir en paz. esas agujas de noche pueden ser peligrosas, me lo dijo mi doctor. y no vengan con que vivir también es peligroso, porque no es verdad.
que insensible. me decis. pero la cursilería que se escucha en mi radio te revela lo oculto en mi. y te equivocas, como todo el ejercito de idealistas que vino antes que vos. no conozco a nadie que pueda resistirse al juego de desentrañar el misterio impostado. incluso antes de Freud ya era uno de los grandes entretenimientos de grandes y chicos. realmente una aberración. nosotros, que después andamos por la vida jactandonos de ser animales racionales. como si eso tuviera algún valor!.
y sí, me importa un bledo tu racionalidad.
eso sí, antes de irte, pensalo bien. no vaya a ser que nos quede el juego por la mitad.

sábado, octubre 07, 2006

re vol ver

encontre la canción. si, esa que pusiste en el auto antes de irte. esa que sonaba tan a vos y tu melancolía irremediable. supongo que es linda, pero es mas triste que linda... supongo que es mas linda que esas canciones francesas que, aunque jamás te lo insinué, sonaban horrible. y nunca te lo dije porque me gustaba verte cantar poniendo esas caras que eran casi como confesarme un secreto tuyo, solo que vos no sabías el secreto porque jamás ibas a verte como te veia yo.
supongo que hace falta que sean las 4 de la mañana para que pueda pensar en vos, supongo que hace falta erradicar esa costumbre de pensar tus pensamientos. supongo que puedo. en el fondo... no me importa.

martes, octubre 03, 2006

esos chicos...

>-¿Por qué? - dijo la Maga, sin moverse del suelo, mirándolo como un perro.
-¿Por qué qué?
-¿Por qué?
-Ah, vos querés decir por qué todo esto. Anda a saber, yo creo que ni vos ni yo tenemos demasiado la culpa. No somos adultos, Lucia. Es un mérito, pero se paga caro. Los chicos se tiran siempre de los pelos después de haber jugado. Debe ser algo asi. Habría que pensarlo.

J.Cortazar, Rayuela

domingo, octubre 01, 2006

7:05 AM

Hace falta que llegue una mañana completamente fuera de mi. Que las palabras hablen por sí mismas y que no tenga el menor control sobre lo que estoy a punto de decir. Hace falta que el día se me caiga encima, que las nubes que anoche parecian lluvia se hayan ido y tener que lidiar con el sol. SOLA.
Hace falta que me obligue a ser fuerte y seguir. los debiles se estancan, te lo juro.
me lo dijeron de chica.
Hace falta volver a leer el diario, contar conmigo misma, solo conmigo misma, y quiza esperar mi llamada, porque vos... vos no vas a volver a llamar.
Hace falta que llore las horas que pase junto a vos, porque ellas tampoco vuelven. porque ellas se iban apenas llegaban y yo jamás se los reproche.
Hace falta que no haya gramatica, logica, ni etica, que pueda enseñarme a sufrir menos. Y también es inevitable que intente ocultarlo.
Hace falta extrañarte, que suerte extrañarte. Dicen que no perdi el tiempo. Yo creo que es cierto.
Hace falta que intente verme a mi misma en lo que otros dicen de mi, en lo que otros no dicen de mi y en palabras que son simplemente juegos familiares al amor.
Hace falta que hoy llegue, no tenga idea de lo que estoy diciendo, y me repita:
YO NO ESTOY SOLA
YO SOY SOLA

si
creo que hace falta