me miro desde el piso en un sticker que quise en la pared. no una foto. mi nombre. no es mi nombre... en realidad. me pienso, tan acomodada, tan predispuesta a nada, tan callada frente a tus no palabras, tan triste... en realidad.
apago la luz y dejo que la tarde se me caiga por la ventana. y supongo que aunque no la dejara lo haría igual. el punto es que, esta vez, yo estoy acá, tratando de figurarme que el atardecer es algo bello entre todo este cúmulo de cosas que no me da ninguna respuesta porque no entiende mis preguntas o porque simplemente es un montón de objetos apilados sin ningún tipo de criterio. y todo se ve tan inquietantemente ajeno, y tan ridiculamente familiar . estoy viendome en un espejo que refleja con exactitud una secuencia infinita de contradicciones con las que creía haberme puesto de acuerdo. mi mentira, tu verdad, nuestros papeles, dibujos, canciones, carteles, cuadernos, biromes, pinceles, revistas, libros, poesías, encendedores, zapatos, días.
de nuevo quisiera convencerme de aquel punto imaginario en que anulamos la contradicción. fin de la corriente, estabilidad acogedora
.
todavía puedo oirme invitandote ahí y puedo vernos no alcanzando y volviendo a empezar. otros. los mismos. es igual
. (ese punto)
el olvido
viernes, febrero 23, 2007
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
2 comentarios:
"viendome en un espejo que refleja con exactitud una secuencia infinita de contradicciones con las que creía haberme puesto de acuerdo"
dos veces contra la misma pared no Rosellita dos veces no.
ame la noche de viernes pizza birra y pucho. gracias totales amiga.
Que poetico todo...lindo lugar para pasar.-
Publicar un comentario