casa
suena una cancion repetida. dice amanecer y dice niebla. dice exactamente lo mismo que antes, pero no. hay una voz del otro lado que no es una ausencia y el recuerdo de canciones que todavia no te oi cantar. suena una noche de trafico lento y vidrios empañados, suena bajo, y nadie puede oirnos caer. caer, caer con gracia y esfumarnos. esfumarnos en un instante que pide a gritos una palabra, un gesto, que lo vuelva a la eternidad.
y que la eternidad se vuelva un instante de quietud y armonia. y que en ese instante seamos dos.
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